A partir de este momento se cierra el primer ciclo de este emprendimiento vocacional que bauticé LA PAGINA DEL RATA. Abusando de mi alias, esta suerte de apodo por el que mucha gente me conoce tanto en el club, como en buena parte del barrio que nuclea los cruces de Caseros y Entre Ríos, es que abrí mi portal de opinión y comentarios, basado en un sentimiento que amalgama a muchos, como es el amor a una pequeña-grande institución del ascenso llamada Barracas Central.
Se cumple un ciclo que comenzó allá por abril de 2010, a favor del impulso y del entusiasmo de un reciente ascenso que nos catapultó a la B metropolitana. El fervor por estar en una divisional de la que soñé por más de cuatro décadas, me llevó a diseñar un portal deportivo integral, proyectado a las actividades sociales y deportivas del Club Atlético Barracas Central. Esto a pesar del escaso tiempo disponible para realizar esta tarea, en virtud de la tiranía de mis actividades particulares, familiares y laborales, las que a la postre desencadenaron en esta decisión que acabo de tomar. Lo hago en este momento de dolor para mi club, un momento que aceleró la toma de decisiones, que me bajó la pluma y que me apagó la PC.
A lo largo de más de un año traté en todo lo posible de ir creciendo, de evolucionar, de modernizar, de mejorar la calidad y la cantidad de información, mechándola con imágenes, estadísticas, comentarios, análisis de todas las actividades del club propiamente dicho, del ascenso, del fútbol argentino e internacional, de todos los deportes en general y de los acontecimientos políticos, artísticos y sociales de nuestro país y del mundo.
Los enlaces a cadenas noticiosas, a portales institucionales y periodísticos enriquecieron el blog para aquellos que no son hinchas barraqueños, lo que hace que LA PAGINA DEL RATA haya sido un lugar de consulta para propios y extraños.
Un poco más de un año fueron suficientes para unirme a colegas, socios, simpatizantes, dirigentes, jugadores, adversarios y lectores imparciales. Intenté actualizar el sitio al instante con las últimas novedades. Tropecé con la lógica falta de apoyo que suelen tener estos emprendimientos a nivel publicitario. Me topé con algo de incomprensión familiar de los que todavía no logran comprender los secretos de la pasión de los hombres y también choqué con cierto desconocimiento del sitio de aquellos hinchas que no recibieron la data justa, junto a algún celo disperso por allí, por el hecho de ocupar un lugar que a criterio de algunos no me correspondía. Además de aislados malentendidos aclarados a tiempo y un fuerte apoyo de mis amigos tribuneros que veían a la página como una interlocutora. Todo esto sostenía mi trabajo cotidiano, arduo, serio, trascendente pero no redituable.
Pero como dice Don Julio, todo pasa y esto también llega a su fin, o mejor dicho guarda cierto impase en el tiempo. Espero que mi laburo haya sido valorado y sirva de inspiración para otros emprendimientos similares que conjuguen la pasión por Barracas Central, como lo son el portal A la Carga Barracas y la mismísima página oficial del club, barracascentral.com, que continúan con su derrotero de informar al hincha.
Me despido de internet, pero no de la cancha, no del sentimiento, no de mi historia barraqueña, no de mis amigos de tribuna, no de la pasión, no de mi espíritu crítico que canalizaré por otro camino. Me despido de una forma de hacer periodismo, de una forma de opinión. Me despido por un tiempo con la esperanza de que sigan los éxitos, de ver a Barracas triunfar y ascender de categoría, pero fundamentalmente lo hago con un hasta la vista, hasta que la vida me vuelva a reconciliar con el periodismo, pero esta vez con otros recursos y otros tiempos. Nos vemos en Olavarría y Luna, en el lugar de siempre.
