lunes, 28 de febrero de 2011

DEMASIADO MARCO PARA TAN POCO CUADRO


Hace 41 años que sigo a Barracas y no recuerdo haber jugado frente a un rival de visitante que haya llevado tanta gente en las tribunas como Nueva Chicago. Mi asombro fue mayúsculo cuando intentando sintonizar la 1310 para escuchar el relato del partido por Actualidad Barraqueña, me topo con tres o cuatro emisoras partidarias del equipo local que estaban transmitiendo el encuentro y que en sus previas machacaban con la idea de tirarle a Barracas su historia por nuestras cabezas. La falta de humildad esgrimida por esos subjetivos periodistas adeptos fue alarmante, llegando al límite de rotularnos como especuladores del fútbol, institución sin brillo para la categoría y portadores de un campito detrás de la cancha de Huracán donde nos hacemos fuerte.
Desde luego que el dolor por las palabras se entremezcló con el orgullo por mis colores y porqué durante años esperé este bardeo de locales numerosos, hinchadas agresivas y temerarias (en este caso particular de Chicago, belicosas y divididas, con historias de muertes y violencia), portando glorias perdidas, con sus patéticos y bizarros seguidores, con sus rostros amenazantes como preanunciándote en cada mirada que no eres de los nuestros.
Así viví el sábado de fútbol, con un marco demasiado grande para tan poco cuadro presentado por los gigantes de la categoría. Y allí se exhibió Barracas, en la República de Mataderos, para mojarle la oreja al patrón de la cuadro, al porongo del correccional y que en definitiva y a juzgar por lo visto, nuestro humilde, especulador y opaco club de la B, ha dejado en ridículo a un verdadero fiasco de equipo y ante su público numeroso.
Chicago pensó mas en Atlanta que en Barracas y nosotros pensamos más en ellos que en la tabla. Le cortamos todos los caminos, impedimos que nos contragolpeen en velocidad y con muchos hombres y el torito se transformó en un perrito faldero que no inquietó a Elías.
Nosotros pudimos haber desnivelado en la primera etapa, porque Chicago defendiendo daba ventajas, cometía errores y regalaba terreno. Pero en contraposición nuestros delanteros no entraron derechos. Maraschi con su vértigo y habilidad anárquica no terminaba bien una jugada a pesar de tener un cabezazo de riesgo en el área chica. Matos bajando pelotas y descargando de espaldas al arco no inquietaba. Ciavarelli por la derecha peligroso y desperdiciado, pero por la izquierda impreciso e intrascendente. Los volantes de contención impecables, con un Orfila para el recuadro y un Fariña sólido en la marca, pero impreciso con la pelota, sosteniéndola más de la cuenta. Los del fondo jugaron un partidazo, aunque en los flancos se notó cierta flaqueza, especialmente por el lado de Pablo ante la salida de Arce, que dejó el sector izquierdo vulnerable.
Todos los avances de Chicago provinieron de errores de tenencia o de mala distribución de la visita, que de propias virtudes de marca y gestación.
En la segunda parte la cancha se hizo grande. Gonzáles aportó poco y salvo un par de remates de media distancia, Barracas se acercó poco al arco defendido por el otro Gómez y en cada avance parecía que nos quedábamos sin nafta en el campo contrario
El ingreso de Cáceres Silva no fue suficiente para generar fútbol y en los últimos minutos nos abordaron por las puntas, pero sin ningún peligro.
Buen punto obtenido de visitante, aunque de habérselo propuesto, fundamentalmente en la primera parte, el camionero se hubiese llevado de Mataderos un resultado mejor.
Con la historia y con la camiseta no se gana más en este fútbol de hoy y Chicago me demostró que un buen marco no hace una buena obra de arte.

lunes, 21 de febrero de 2011

ESA DULCE MANIA DE PIFIAR


A todos nos gusta ganar, gustar y golear. Pero en el fútbol existe un obstáculo que nos impide lograr nuestro objetivo y esa valla es el adversario. El rival juega y a veces no podemos ganar, jugar bien y a su vez meter goles. Barracas Central se encuentra de buenas con la vida y el sábado obtuvo un triunfo rutilante frente al segundo en la tabla que es Estudiantes de Caseros. El camionero mostró actitud, garra y desempeños individuales de jerarquía. Con solo eso le bastó para dar vuelta un encuentro que se había puesto chivo con el gol tempranero de la visita. Bien Orfila, Fariña y Arce en el medio; sólidos en defensa con un Peralta que se afianza en cada partido y un Bojanich impecable. La duda en la primera parte estuvo en el sector derecho que era desbordado por el número once pincha en varias oportunidades, y en uno de esos desbordes vino el gol de cabeza de un tal Pansardi. En la segunda parte en equipo se solidificó, esperando al rival e intentando contragolpear. Matos aguantando la marca y bajando pelotas para sus compañeros, Maraschi vertiginoso pero poco claro y González peligroso , aunque algo individualista. Ambos le generaron a Estudiantes algunas zozobras que pudieron ampliar el marcador a nuestro favor.
La ausencia de asistidores como el Chino o el paraguayo, hacen que los delanteros no la reciban pelotas demasiado claras y tengan que pelear con el esférico y con sus rivales, lo que provoca que cada ataque quede sucio y de difícil resolución. Se ha contragolpeado y se falló en la definición, echo que se viene repitiendo en los últimos partidos (léase Los Andes, Colegiales y Estudiantes). En todos estos partidos pudimos haber convertido algún gol más.
Es una dulce manía de pifiar, de errar, de no resolver las que te quedan a tu favor; una dulce costumbre pues se genera y no se sufre embates en contra, porque los problemas de definición recaen sobre hombres de buen pie que en cualquier momento te embocan, en partidos controlados, frente a rivales vencidos o poco efectivos. No nos duele errar en estas condiciones, aunque sería recomendable mejorar la puntería y poner el ojo ya sea en definiciones de contra, mediante centros como consecuencia de desbordes, o por razón de remates de media distancia ante defensas cerradas.
A todos nos gusta ganar, golear y gustar; a veces no se puede aunque se tenga con que. Es una dulce manía de pifiar que los hinchas de Barracas estamos asimilando con asombro, escasa angustia y cierta admiración por la chance generada, cuando el partido y su resultado están a nuestro favor. Son las exigencias de quienes como nosotros, hinchas de Barracas estamos de buenas con la vida.

miércoles, 16 de febrero de 2011

TEMPORADA DE CAZA MAYOR


Ya pasaron Los Andes y Defensores (4to) y vendrá el sábado Estudiantes (2do), luego Chicago de visitante (3ro) y finalmente en casa recibiremos a Comunicaciones (5to). En pocas semanas nos enfrentamos a los gordos de la categoría, a los grandes, a los que justifican cualquier esfuerzo realizados por los dirigentes de estar en una divisional estelar del ascenso como la B metropolitana. Estoy feliz por el hecho histórico y por el rendimiento deportivo. En ocho fechas nos convirtieron dos goles y si bien en las últimas cuatro anotamos en dos oportunidades (demasiado poco a juzgar por los delanteros que tenemos), vemos un futuro competitivo más claro y optimista.
Ayer completamos un partido interminable frente a Defensores de Belgrano y en esencia y a pesar de la actitud de los de Kopriva de buscar los tres puntos, somos conscientes que cotejamos contra uno de los mejores, con la defensa menos vencida y jugadores grosos que nos costó vencer. Ya se había perfilado lo complicado del partido allá por diciembre del 2010 cuando la lluvia corto todo. Y ahora no fue diferente. Barracas le planteo una lucha intensa en el medio para que el dragón no progrese, pero carecimos de profundidad. Centros sin destino, pelotazos a la cabeza de Matos, que el delantero bajaba para compañeros inexistentes, exceso de individualidad y habilidad sin final feliz. Maraschi retrasado ocupando la posición dejada por Cáceres Silva; movedizo, habilidoso y encarador, chocando con el escalamiento visitante, cuya defensa sacó todo de alto. En el mini complemento tuvimos mayor acercamiento a Griffo, pero todo se diluía. Pateamos poco al arco, aunque nuestra mayor virtud fue establecer una solidez defensiva que impedía el avance de los peligrosos delanteros rivales. Nadie cometía el más mínimo error, hasta que un mal pase de los nuestros posibilitó un contragolpe a segundos del final, que derivo en la expulsión de Fernández cuando el atacante de defensores sentenciaba el partido. Tras cartón el tiro libre impacta en el palo y final del encuentro. La suerte nos sigue acompañando, pues tanto Los Andes como Colegiales y Defensores tuvieron reales chances de abrir el marcador y la mala suerte y la impericia a la hora de definir obraron a favor del barraqueño para seguir sustentando esta impecable campaña, esta soberbia actualidad.
Se vienen partidos chivos en esta suerte de temporada de caza mayor y como de caza se trata ,intentaremos capturar a nuestra presa a fuerza de buenos resultados, que se pueden traducir en triunfos, buen juego y goles. Esperemos que no se trabe nuestro rifle.

lunes, 14 de febrero de 2011

APARECIO LA ESTRELLA


Un partido de fútbol se juega o se resuelve, un partido de futbol se retoza o se trabaja. Y esto hizo Barracas Central en su visita a Munro para enfrentar a Colegiales y ganarle por 1 a 0. Se puso el overol y lo laburó. Resignó fútbol y se concentró en cortar circuitos de media cancha. Para eso salió al campo con un medio formado por Fariña, Orfila y Arce, éste último la figura de la cancha. Carecimos de volumen de juego; Cáceres Silva se lesionó y tuvimos que resignar creación (No hay plan B, nos sobró un cupo para la segunda rueda y no lo ocupamos y Avalo no está ni en el banco).
Con la entrada de Matos apostamos al contragolpe y a las pelotas paradas. Lo cierto que en los primeros 45 minutos no pateamos al arco y todos eran intentos frustrados, centros mal resueltos en la cancha de arriba y tentativas de jugar en un campo minados de locales que presionaban dejando muy poco espacio para la maniobra.
Colegiales pudo abrir el tanteador luego de un remate de media distancia que se colaba en el ángulo y que Elías saca magistralmente al córner y a través de un centro rasante que Vildozo cabecea defectuoso frente al arco.
El partido hizo un clic antes de la finalización de la primera mitad cuando Cisterna es expulsado por aplicar un codazo. (En la primera rueda contra nosotros también lo echaron). Allí el encuentro cambia de dueño y ya en el complemento Barracas monopolizó las acciones. Ingresa Grecco y con tres delanteros le generamos opciones claras ante un rival diezmado desde lo futbolístico, desde lo físico, conceptual y anímico.
Sus ataques no inquietaban y solo eran efectuados tras fallos erróneos tanto del juez como de uno de sus líneas, que inventaron laterales y córneres ante pedidos del público local.
Un mano a mano de Grecco, un penal no cobrado, una clara de tres camioneros frente al arquero y el gol de Maraschi tras gran jugada de Arce; demasiado para una tarde de calor y un segundo tiempo que como contra Los Andes demostramos que podemos y tenemos con qué para volcar a nuestro favor un pleito chivo.
Lo cierto es que apareció la estrella que estábamos esperando, apareció la estrella que Barracas, sus hinchas, dirigentes y sus propios compañeros estaban aguardando; apareció Federico Maraschi y el firmamento barraqueño al fin tiene todas sus luminarias.

viernes, 11 de febrero de 2011

VIERNES SANTO


Hoy viernes 11 de febrero se conmemora el día de la virgen de Lourdes. Desde mi blog quiero conmemorarlo, pues desde niño he sido su fiel Y devoto hijo y esa virgen que tiene su casa argentina en la localidad bonaerense de Santos Lugares, una capilla en Flores y una gruta en Mar del Plata, ha sido la hacedora de pequeños grandes milagros, ante humildes solicitudes que a lo largo de la vida le he efectuado frente a su imagen. Demandas a favor de la salud propia, de parientes y extraños, mangazos frente a exámenes, citas, operaciones inmobiliarias y medicas. Pedí por el amor y por el trabajo y la virgen siempre me escuchó. Un día de Abril le solicité un ascenso, con fe, humildad y devoción; y eso también me lo regaló.
Tal vez usted lector no tenga fe en Dios, ni en su madre, ni en los santos, ni crea en milagros, en solicitudes celestiales y todas esas cosas, pero quien les escribe tiene una deuda impagable con una imagen, con un concepto, una energía, una percepción; quien les escribe tiene una cita obligada cada 11 de febrero con alguien a quien desde muy chico aprendí a llamarla MADRE.

lunes, 7 de febrero de 2011

EQUIPO SE BUSCA


Era una tarde de fiesta el sábado en Olavarría y Luna, pero había un partido y éste era frente a Los Andes; el último de la tabla con algo así como 16 puntos debajo de nosotros y 22 fechas que no conocía la victoria. Este enfrentamiento no revestía a priori una gran dificultad para los de Kopriva, que no conocían la derrota desde aquel 0-1 frente a Almagro. Pero no fue así, el equipo no apareció y como la semana pasada apostamos a una formación que carece de futbol y de definición, y aparte posee baches defensivos que nos hubiera causado problemas de haber sido aprovechadas.
Hemos perdido la memoria y de aquellas memorables performances frente a Atlanta, Flandria, Español o Sarmiento, solo han quedado nombres esparcidos por el campo e incorporaciones que a veces no engranan en la maquinaria camionera.
El sábado me di cuenta que Anaud es importante, que Pablo está jugando en inferioridad de condiciones, que Orfila es trascendente en el medio, pero que la ausencia de Fariña se siente y que González y Grecco deben ser la dupla ofensiva, independientemente de la lógica adaptación que Maraschi tiene que tener para ensamblarse en el frente de ataque. El sábado vi a Cáceres Silva apagado y a un Arce errático en la primera etapa, mejorando algo en el complemento. Creo que Ciavarelli le da una dinámica al medio, con sus subidas, centros y desbordes que no pueden faltarle al equipo.Y si de faltazos se trata es imperiosa la presencia del chino Avalo entre los once. Un jugador desaparecido en acción bajo circunstancia poca claras para la fanaticada barraquera, al igual que Matos que todavía no termina de recuperarse.
Se busca equipo que saque puntos, que defina y gane, pero fundamentalmente que recupere la memoria. Material tenemos. El sábado pasado la fiesta se vivió únicamente afuera de la cancha y por lo que he vivido y sentido, lo demás está demás.

jueves, 3 de febrero de 2011

BARRACAS EN LA PLAYA


Horas antes del partido frente a LosAndes y a horas de haber finalizado mis vacaciones quiero compartir con la gente de mi blog una de las mas grandes satisfacciones que uno puede tener cuando esta lejos de casa y es encontrarse con amigos de Barracas, esta vez en la costa Atlántica.

UN AMIGO DE LA CASA


Una noticia parece haber enlutado la previa de la fiesta que se espera el sábado cuando inauguremos la nueva platea y es que para el partido frente a Los Andes, el que impartirá justicia es nuestro viejo conocido Julio Barraza. No recuerdo arbitro tan odiado por la parcialidad barraquena como este hombre que nos dirigiera una final frente a Argentino de Rosario allá por el 2004 y la promo con San Telmo que se definiera en la cancha de Defensores de Belgrano. Lo cierto es que tras ese sentimiento de bronca e impotencia acumulado durante mucho tiempo por su supuesta mala fe, performance, fortuna, tarde o como quieran llamarlo, existe una realidad y es que siempre que Barraza dirigió a Barracas, el camionero nunca perdió, es mas, siempre gano; 2 a1 frente a los rosarinos, 1 a 0 a San Telmo y si mal no recuerdo 1 a 0 a Barracas Bolivar de visitante. Es cierto, no me trae buen recuerdo este hombre que en el encuentro frente a Excursionistas en Olavaria y Luna de la última fecha del torneo de la C pasado, se sentó en la tribuna local, debajo de nuestra bandera como si nada hubiese ocurrido y abusando de que muchos hinchas no guardan registro de el.
Espero que la tendencia continué y sigamos ganando bajo su arbitraje y disfrutemos de lo mas importante que la tarde del sábado nos ha de proponer, una nueva platea, el reencuentro con los amigos y con nuestro equipo que seguro se llevara los tres puntos.