domingo, 14 de noviembre de 2010
LLAMEN AL PASTOR MANOSANTA ..!!!
En nuestra canchita o pequeño estadio, como titulan algunos blogs bohemios o remiten los comentarios de ciertos protagonistas rivales, Barracas demostró que el fútbol es una gran mentira. La tabla miente, la puntuación miente, el tramite miente y el periodismo miente o exagera. La punta de los torneos argentinos de fútbol, salvo el Docke en la D, la habitan verdaderos usurpadores. Ciclotímicos equipos que te pintan el rostro una fecha y dan lástima en la que viene. Ídolos de cartón liderando una categoría que no hace pie, en la que reina el miedo y la especulación. Atlanta es el fiel reflejo del come chicos, que terminó siendo devorado por un chico, que con la base de jugadores de la C, le hizo precio y le perdonó la vida.
Los infiltrados hinchas visitantes esparcidos por Olavaria y Luna, portando su bien elaborada cara de boludo para pasar desapercibido, con sus miradas cómplices, soportando las irritadas opiniones de la impotente hinchada local, ahí al ladito de ellos y con sus muecas de conformismo por el resultado final que los mantiene solos en la punta, fueron testigos de una supremacía barraqueña, en su visita a nuestra ignota canchita. La soberbia de los grandes que ya no lo son, la irresponsabilidad de un individuo tocándose los testículos al finalizar el partido desde la cancha, con una cámara de fotos, disfrazado de medio partidario visitante, provocando a la tribuna local y que fuera sacado a empujones por el juez de línea, es la muestra de que cualquier institución ex grande y que vive de viejos logros, te quiere a copar la parada cuando viene a tu casa. Y la B está llena de EX GRANDES que viven del recuerdo, que te miran como club chico y accesible; EX GRANDES que te copan las instalaciones del club de pendejos disfrazados de periodistas de ignorados y ocultos medios partidarios que invaden nuestro ¨pequeño e insignificante estadio¨ que dicho sea de paso, esta en obras, con sus credenciales de personajes importantes y diciendo ¨ätenti que llegamos nosotros¨.
De fútbol casi no voy a hablar, porque el que juega bien nunca gana en esta B Metropolitana falsa, alterada, desnaturalizada. Porque Barracas no liga, está maldito y necesita de un curandero para sacar los malos flujos que hacen que tengamos diez o doce puntos menos de los que deberíamos tener por derecho propio. Ninguno nos superó futbolísticamente.
Kopriva plantó un equipo inteligente, con actitud y le cortó a Atlanta todos los circuitos y le generó situaciones. El bohemio era una cosa atacando y otra defendiendo, era Soriano y diez más. Pero el fútbol es una mentira y los argentinos estamos acostumbrados a la mentira, por eso los empates con sabor amargo no me sorprenden.
Lamento que el técnico no encuentre el equipo, lamento las lesiones y las oportunidades perdidas, lloro los resultados injustos, la mala suerte y la poca pericia a la hora de resolver. Lloro por los que no están y que hubiesen perforado redes, por los números de la tabla y el promedio que se estrecha, por los tres triunfos y once empates y por un reducido que se aleja. Pero a pesar de todo estoy feliz, porque tengo fe y porque somos protagonistas, porque estamos creciendo y hay un esfuerzo que se palpa, porque a pesar de estar en una categoría de mierda como la B, que ni por asomo era lo que yo esperé durante cuarenta años, estamos en ascenso y porque estoy seguro que nada de lo que nos sucede será para siempre.
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