sábado, 6 de noviembre de 2010
ME DUELEN LOS OJOS
Que calor por Dios...!!!. Tarde diabólica en Adrogué y vaya a saber porqué se tuvo que jugar un partido de ascenso a las 14 horas bajo un sol infernal. Un despropósito. La cuestión que estuve allí y quedé enceguecido detrás de un arco, con el sol en contra lastimándome los ojos y un partido de fútbol haciéndomelos doler.
Ya frente a la PC, más tranquilo, intento analizar el décimo empate de Barracas Central en esta B metropolitana que nos vio vencedor tres veces y a una semana de recibir al puntero Atlanta en nuestra casa.
Que propuso Barracas, lo de siempre intentar tocar la pelota en el medio, presionar y atacar como se pueda, por las puntas a través de centros o por pelotazos hacia sus delanteros de punta. Nada de lo que no se ha visto antes, se vio la tarde del sábado en el sur. Salvo que el ¨camionero¨ se adelantó en el marcador a los cuatro minutos por medio de un cabezazo de Greco. A partir de allí, los locales, que habían ingresado dormidos a la cancha, dubitativos y erráticos en el fondo, tomaron las marcas en el medio y comenzaron a generar avances y revolcones a Elías Gómez. Barracas pudo liquidarlo de contra en un cabezazo de Matos y en algún ataque esporádico que no tuvo final feliz. Pero Brown siguió abriendo la cancha y aprovechando las ventajas que Rubira daba en la marca y de un medio rojo y blanco que estaba perdido. Y nos atacaban por derecha y por izquierda con centros y pelotas en profundidad que se filtraban entre los zagueros. Ya cuando terminaba la primera etapa, llega el empate que el tricolor estaba madurando.
En el segundo tiempo Barracas tomó las marcas en el medio y los locales ya no atacaron con peligro, salvo un remate cruzado, pero no inquietábamos y el cotejo se hizo chato y aburrido. Casi sobre el final, con el ingreso del Chino Avalo se intentó vulnerar a una local que sintió el cansancio, que tenía un hombre rengueando en la cancha, sin poder ser sustituido, porque Brown había agotado los cambios. Pero el reloj jugó en nuestra contra y no nos quedó tiempo para más.
Es un importante empate en un torneo lleno de empates importantes. No es conveniente cancherear la tabla de promedios. Estamos a salvo, pero no estamos cómodos. Los empates nos permiten sumar, pero necesitamos ganar, hacernos fuertes de local y jugar al fútbol con los hombres que juegan al fútbol en el plantel, como el Chino y Cáceres Silva que sí o sí deben jugar juntos. A veces los partidos se ganan sin delanteros y si no fíjense en Estudiantes de La Plata.
Quise ver fútbol en Adrogué y terminé pidiendo un turno oftalmológico en Santa Lucía.
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