sábado, 23 de octubre de 2010
HAY QUE PONERLE TIZA AL TACO
Hoy hemos perdido uno a cero frente a Almagro en tiempo de descuento, luego de nueve fechas sin conocer la derrota. Desde ya que a nadie le gusta perder y menos de esta forma, cualquiera fuese el trámite del partido que hallamos disputado. Sin dramatizar, estamos ante nuestra tercer caída de la temporada de la B; de una divisional que nos tiene en el 2010 como aprendices. Pero a pesar de esta aparente pasividad con que tomo el revés del sábado por la tarde, no he perdido el espíritu crítico e intentaré explicarme porque se ha perdido frente a uno de los peores equipos que nos visitó en nuestra cancha, que venía de ser goleador por Morón 4 a 2, que tiene gravísimos problemas institucionales, económicos y deportivos. Un equipo que jugó la última promo B-C, que tienen un sin números de lesionados y algunos suspendidos, con un técnico que pende de un hilo, que pelea en la zona de descenso y que es un rival directo por la permanencia, con esto quiero decir que es un rival de seis puntos que vino a colgarse del travezaño y a contra atacar, con dos días menos de descanso que nosotros. Se perdió sobre la hora con un gol convertido por casi un ex jugador, de estructura física gruesa y que no había aparecido en casi todo el partido.
Le tengo un gran aprecio y respeto a Kopriva, lo sé un conocedor del fútbol de la B, de sus hombres y de los grupos, pero a pesar de este acato personal, confieso que todavía no lo he entendido lo suficiente en cuanto a que pretende hacer con sus jugadores, con sus rivales y con la estrategia a seguir en este derrotero que nos hace transitar por la B metro.
A que jugamos..? . Somos defensivos, contra golpeadores, ofensivos...no lo se. Desconozco la cocina del equipol, sus rendimientos en la semana, sus lesionados, sus conflictos o sus estados anímicos. Nunca jugamos con el mismo plantel ni el mismo planteo. Nos jactamos de tener una sólida defensa con rendimientos individuales destacables como Anaud o Bojanich, pero nos embocan casi todos los partidos; solo en cinco de las quince fechas terminamos con nuestro arco en cero. En muchos de ellos esperamos en el fondo y contra golpeamos, pero nos cuesta definir por esa vía, siempre un pase de más, una imperfección, un pelotazo, una desatención nos hace fracasar, perder la chance o caer ante la marca rival. Nos vamos de rosca con centros intrascendentes, enganches inconducentes o inoportunos, imprecisiones, ausencia de cambios de ritmo o remates certeros al arco; siempre nos falta cinco para el peso. Cualquier mediocre defensor rival se come a uno de los nuestros.
Cuando salimos a comernos al adversario llenamos el campo contrario de gente; frente a Almagro atacamos con tres delanteros y nada. Chocamos, nos comimos goles increíbles por impericia en la definición, apuro, siempre llegando tarde, cabeceando forzado o desviado. Mejor no hablar de Castagnino y su falta de punch; el ex Los Andes no ha rendido las veces que le tocó ingresar y yo le había depositado mis fichas al veloz delantero camionero.
A que jugamos. Hace dos fechas que no convertimos y que casualidad, en esas dos fechas los delanteros de punta eran Matos y Grecco, dos tipos que no hablan el mismo idioma, que se superponen y que no se entiende y el técnico los sigue poniendo juntos. Hagamos memoria y veamos que los mejores momentos de Barracas los tuvo a Cáceres Silva y el Chino en cancha como protagonistas, con un solo delantero o de última a González para acompañar. Que es de la vida de Avalo..?, hace dos fechas que no juega y porque sacó a Fariña y abrió un partido que estaba controlado como frente a Almagro, el sábado y a demás porqué Ciavarelli al banco a costa de un Almada Flores de muy bajo rendimiento. Son muchos los interrogantes de un equipo que nos tenía acostumbrado a empatar, aún en encuentros que podíamos haberlo ganado como con Italiano, Los Andes o frente a Armenio hace 10 días. No quisiera acostumbrarme a perder más seguido, en el afán de cuidar el punto o no saber encarar partidos ganables de local ante defensas cerradas. Por lo pronto es prudencial que nuestros hombres le pongan tiza al taco para no pifiarle a la bola y que ésta ente en la tronera y podamos sumar de a tres, pues tres victorias en quince fechas con el plantel que tenemos resulta demasiado poco.
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