miércoles, 8 de septiembre de 2010

SILENCIO, HOSPITAL


Resulta complicado armar un equipo diferente cada semana, ya sea por suspensiones o por las lesiones de los jugadores más destacados en ofensiva, en la creación, los que marcan la diferencia de mitad de cancha hacia adelante.
Esa ventaja que damos la capitalizan nuestros rivales de turno, como el caso de Villa San Carlos, que en cancha de Barracas se llevó un punto de oro, en el empate en uno, cuando en condiciones normales se hubiesen quedado con las manos vacías.
Era de suponer que los de Berisso iban a ser un duro escollo a priori, por la jerarquía de algunos de sus hombres y porque venían descansado, producto de haber suspendido el encuentro del sábado pasado frente a Morón, bajo un argumento pueril que la propia AFA compró.
Barracas no fue el mismo que en Agronomía. Careció de precisión en los últimos metros, abusó del pelotazo, de los embates individuales y no tuvo el media punta, el lanzador que hubiera necesitado, ya que el Chino por suspensión y Cáceres Silva por lesión faltaron a la cita. No tenemos reemplazo, ni plan B para suplir el talento por creatividad y eso nos hace por momentos falibles, imprecisos, previsibles y hasta diría ineficientes.
El equipo que en dos partidos convirtiera seis goles, hoy generó tan solo tres situaciones en todo el encuentro, con un gol propio producto de un centro aislado de ¨Boja¨ que la defensa visitante no controló.
Los equipos sin demasiada tradición en la ¨B¨ , que tienen o entrenan en cancha chica y que nos visitan, se cuelgan del travesaño armando una doble línea de cuatro que nos genera bastantes dolores de cabeza. Lo sufrimos con Colegiales, Acasusso y ahora con San Carlos.
Los pibes que ingresaron en el segundo tiempo hicieron lo que pudieron, pero se perdieron en el desorden general de un equipo que tuvo pilares como Bojanich en defensa.
Barracas Central es una enfermería plagada de lesionados que mellan un plan de trabajo, un planteo, un estilo de juego y una estrategia que permanentemente debe modificarse a favor de los que quedan en pie de un plantel rico, pero lastimado.
Ahora se viene Italiano y por tele. Esperamos el alta de algunos hombres, para que de una vez por todas abandonen el nosocomio e ingresen a un campo de juego a demostrar lo que saben.

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