martes, 28 de junio de 2011
LOS HINCHAS TAMBIEN DESCIENDEN
River, si quieres llorar, llora. Hay dos tesoros que un hincha de fútbol guarda en su particular cofre de sentimientos, que son el grito y el llanto. Ambos pueden ser esgrimidos a voluntad, ya sea en triunfos como en derrotas, en ascensos como en descensos.
Luego de la derrota del miércoles frente a Belgrano en Córdoba, los hinchas de River Plate ensayaron íntimamente en menos de una semana toda forma de expresión de su dolor ante el posible descenso, haciendo uso de esas dos poderosas armas. Y como un actor, el riverplatense fue delineando su acting, tanto para la victoria, pero fundamentalmente para la derrota o el descenso a la B Nacional.
Y pasó lo que pasó, se descendió y las imágenes de la TV fueron elocuentes. Lágrimas, gritos, gestos adustos, rostros desencantados; las manos tomaron protagonismo, ya sea acusando, tapándose los ojos, amenazando o arrancándose los pelos.
Dice el dicho que el hincha es lo más sano que tiene el fútbol. Pero el hincha siempre es inocente..?. Hasta qué punto el hincha tiene derechos…?
Cuando un equipo desciende, también descienden sus hinchas y en especial el de River Plate. Su hinchada con antecedentes penales, hechos delictivos y enfrentamientos, trocó en la tarde del domingoel grito y el llanto por la ira y la violencia. Esa hinchada a la que muchos de adentro no la reconocen como tal para sacarse el problema de encima, rotulándola con el facilista título de delincuentes con camiseta. Una hinchada que asesinó a un compañero de tribuna, que usó al club para sus negocios espurios, que apoyó a dirigentes incompetentes, que le tiró maíz a su equipo a días de un título, que apretó a jugadores y los amenazó, que con mala memoria acosó a su arquero por un par de errores, cuando éste le ganó el útimo campeonato. Una hinchada que destroza su casa y su barrio, que se enfrenta a obesos policías, a la autoridad, a una autoridad que decora un paisaje impune, nefasto e ineficaz, que los deja libre en menos de 24 horas y que es funcional al poder político que dio la orden de jugar con público y que luego se tomó el palo, y al mapa de un fútbol fraudulento, al que le vende seguridad como si la inseguridad fuese un negocio. Una autoridad que de seguro no castigará con el rigor que merece a River y con el que fueron aplicados a otras instituciones por hechos mucho menores que los acontecidos el miércoles, el viernes y el domingo.
Esa hinchada que rompe, daña, roba, quema, lastima y que increpa a un árbitro en los vestuarios. Me pregunto si esa hinchada tiene derechos por el solo hecho de llamarse hinchada, el derecho de acusar, evaluar, amedrentar, auditar y sentenciar la gestión actual y las anteriores.
River Plate está en la B Nacional y el descenso es un castigo y en el descenso no hay derechos, ni caprichos y es River Plate el que tendrá que adaptarse a la nueva categoría y no la divisional a River Plate.
Desde hace años el ascenso no admite soberbia ni condicionamientos. El ascenso sustenta un poder que los grandes de primera desconocen , pues casi nunca visitan el patio del fondo. A River se les viene un Nacional B que exige que los lauros, los títulos y la grandeza de sus hijos se cuelguen en la percha antes de ingresar. Tendrá que soportar las sanciones, clausuras y suspensiones que otrora les fueron aplicadas a sus nuevos hermanitos, aunque no creo que esos ocurra con dureza. De nada han de valer las influencias de sus caracterizados simpatizantes disfrazados de periodistas, políticos, empresarios, actores, ex directivos y jugadores. Tendrán que ir a Merlo y a Puerto Madryn y no podrán sacar ventaja sacándolos de sus canchas como en otras épocas lo hicieron San Lorenzo y Racing Club, con sus pequeños rivales.
Pues River se tendrá que subordinar a las dos ruedas sin público visitante, a los tres palos per cápita por derechos televisivos, aunque la TV pública quiere ganarle a TyC lo poco que le dejó y es el fútbol sabatino con River como protagonista, y transe aparte con los de Nuñez.
Los hinchas también descienden porque un club con hipótesis de conflicto es vulnerable, porque se robó, se mal vendió, se mal compro y por sobretodo se eligió de forma equivocada a sus autoridades y eso también es responsabilidad del hincha de River Plate, de aquel lobo con piel de cordero que ahora llora su pena por un descenso que lo tiene merecido.
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