LLAMEN AL BOMBERO

Estamos buscando al bombero que apague el incendio. No, no, no me refiero al bombero voluntario del barrio, ni a un determinado árbitro de fútbol; la Argentina está detrás de un técnico para su selección. Un nuevo hombre que apague el incendio del escándalo, el cabaret y la desorganización.
La maquiavélica costumbre de cambiar todo para no cambiar nada, que yace en el tumoral mecanismo rígido e ineficiente de la AFA. Vamos en busca del bombero que reemplace a aquel servidor público que combatió las inexistentes llamaradas provocadas por un tal ¨Coco¨.
Quien será el afortunado y obediente muñeco que continúe comandando la monárquica maquinaria futbolera ¨Grondoniana¨.
Hay candidatos para todos los gustos. Tenemos al ¨Checho¨ de La Paternal, con su gloria olímpica y su debacle ¨Sub 20¨ a cuestas. El hombre de la casa, lo provisorio, lo que hay. Ambición y poca chapa.
Está el ¨Virrey¨, tan soberbio como Diego, ninguneando al periodismo y tarifando hasta su mirada. Tipo caro pero popular, requerido por la gente que vive de los recuerdos, pero vencido como los remedios. Más periodista que técnico; garantía de quilombo con el stablishmen.
Sabella es el tipo justo, serio pero efectivo, laburante, se lleva bien con Dios y con el demonio, respetado. Los resultados lo avalan; cerca de Bilardo, Passarella y el ¨Jefe¨.
Russo y su eterna levedad. Nunca despega, se va en amague y en retórica. De lectura difusa; o salís campeón o peleas el descenso. Un gitano del fútbol, un bolsero, demasiada precariedad.
Simeone es el referente del fracaso de una generación sin resultados. Metro sexual, dandi y glamoroso coach que todavía está aprendiendo. No da pie con bola en la adversidad. Con un cuchillo entre los dientes no se gana campeonatos. Le falta madurez. Debe seguir jugando en las ligas menores.
Gallego, cabrón y verborragico. Al igual que Sabella tiene experiencia de selección junto al ¨Kaiser¨. Informal; amor y odio, no tiene grises. Dudo que obedezca un plan, se sale de la raya. Contestatario, más de lo mismo, provocador, más circo, más cambalache.
Y para terminar, un riojano famoso llamado Ramón. Pinta de mal bicho, engreído. Se auto postuló por mandato de su ego. Vanidoso, auto suficiente. Le falta pinet para el cargo y le sobra ganas de hacer negocios con los jugadores. Y el fútbol…? bien gracias.
Estamos buscando al bombero que apague el incendio. Candidatos es lo que sobran, lo que falta es organización, un plan, una identidad y una manguera lo suficientemente larga para llegar a todos los rincones. La realidad me indica que con el solo cambio del bombero no se ha de extinguir el siniestro.