domingo, 1 de agosto de 2010
GOLES SON AMORES
Goles son amores y lo demás son puras razones. Y las razones que tuvo Barracas en su derrota frente a Acasusso por 1 a 0 no alcanzaron para lograr un buen resultado y evitar la capitulación.
La visita demostró ser un típico equipo del ascenso, que espera en el fondo con un amparo defensivo sólido, casi sin fisuras, pegándole de punta para arriba, un buen arquero, un par de talentosos volantes y peligrosos delanteros que la embocan en las pocas que tienen en el partido. Planteo mezquino y una película que he visto hasta el cansancio en donde el malo siempre gana.
El camionero hizo todo lo que indica el manual para abrir defensas cerradas; se proyectó por los flancos, abrió las puntas, tocó rápido, recuperó pelotas, trianguló, corrió todo el partido, envío centros hasta el cansancio, pero no pateó al arco y para ganar partidos HAY QUE PATEAR AL ARCO.
Contabilizando los dos encuentros disputados, Barracas lanzo algo así como 22 corner y ninguno fue aprovechado. Proyectó decenas de envíos por los costados sin ser éstos capitalizados a nuestro favor en el área contraria. Fue suficiente un solo error típico de la primera ¨C¨ para que los de la ¨B¨ te emboquen. Parece que les jugás de igual a igual, pero solo es una ilusión óptica y te terminan aguando la fiesta.
Los dos hombres de puntas fueron en ambos partidos consumido por sus marcas y no tuvieron repentización, desmarque, se dejaron ganar la posición, no fueron claros en los pases, perdieron casi siempre de alto y no colaboraron en la recuperación del balón.
En el segundo tiempo vimos a un Barracas cercando a un Acasusso que sacaba todo lo que le tiraban, sin poder generar espacios para remates de media distancia, infracciones en puerta de área o errores en el rival, que llegó a tener un hombre menos faltando 12 para el final.
Sin Cáceres Silva, el medio carece de gol y si esto se suma a la pólvora mojada de sus delanteros, que vienen de una última temporada con una sequía y falta de continuidad considerables, me hacen pensar que si no se corrigen algunos planteamientos ofensivos y se machaca en la definición, tendremos problemas para cerrar partidos que se plantean a nuestro favor. No es justo pensar que siempre nos ha de salvar el embate de algunos de nuestros defensores para resolver las disputas.
Los pibes debutantes mostraron buen manejo del esférico y le dieron dinámica al equipo, pero no fue suficiente; no fuimos verticales.
Goles son amores y en 120 minutos de una ¨B¨ Metropolitana insipiente solo pudimos convertir uno de penal. Estamos a tiempo de mejorar; lo de el sábado no ha sido un drama, fue una derrota en medio de una fiesta barraqueña por nuestro primer compromiso de local en la categoría, que ha tenido más sonrisas y caras felices que gestos adustos y muestras de inconformismo.
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