sábado, 21 de agosto de 2010

TRES MOCOS


La primera B metropolitana nos está fajando. Nos ha costado tanto ascender que es una pena perder puntos y partidos contra cualquiera. Hoy caímos derrotados frente a nadie y que además jugó a nada. Tres centros, tres mocos nuestros, transformados en dos penales y gol en contra para sentenciar un partido increíble, que teníamos controlado y que se desvaneció de nuestras manos.
En estas cinco fechas ningún rival dio tantas ventajas en defensa como Estudiantes de Buenos Aires; conjunto limitado, como todos en esta categoría. Incapaces de dar dos pases seguidos, con jugadores sin buen pie, absorbidos por el medio batallador de Barracas que le robaba la pelota como a un niño. Un puntero de cartón de este campeonato de la B metro; un líder mentiroso, mezquino, sin brillo, utilitario. Más de maña que juego, especulador y antipático. Once hijos de un técnico bicho, a los que le salen todas y que se ha enfrentado a un Barracas, al que no le está saliendo una.
Seguimos perdiendo puntos frente a nombres y no frente a jugadores, tácticas o planteos. Nos ganó Estudiantes de Caseros, pero no sus jugadores; equipo típico de la categoría que puebla su tribuna con buena cantidad de público que amedrenta a árbitros noveles como Gonaldi, que pita lo que esta gente le ordena en forma de ovación. Y él compra y el que paga es el pequeño, el que viene de otro pago, el que está haciendo un curso acelerado para mantenerse en una categoría nueva.
Seguimos sin saber resolver los partidos a nuestro favor. Ya ni la cancha grande nos sirve. Jugamos lindo, pero no jugamos bien. Nos falta pimienta. Pero a pesar de todo fuimos superiores a los de Caseros.
Nos condenan las lesiones. Los jugadores de recambio no pueden cambiar la historia y eso nos hace vulnerables. Estamos cautivos de los errores que nos cuestan partidos.
Fernández es una invitación para los delanteros, no marca y cuando lo hace es muy rudo. El primer penal vino de una infracción cometida innecesariamente por él. El centro del gol en contra salió de su punta. Los reemplazos no resuelven problemas. Fariña confundido en la marca y los de adelante que no patean al arco y se les acaba el gas en el momento de definir. Un final muy pobre, cuando el desafío había sido prometedor.
El paraguayo dentro de sus imprecisiones mejoró en la segunda parte; Arce sólido, participativo y solidario. No sabemos definir de contra y los rivales nos otorgaron gentilmente varias situaciones para hacerlo, pero Barracas estaba regalón y daña menos que una pistola de cebita.
Tres mocos fueron suficientes para amargarnos la tarde que pintaba linda. Tres errores, tres descuidos, macanas, ¨cagadas¨ que solo hacen clavar dudas; un cielo de dudas que en este sábado aumentaron con los triunfos de nuestros rivales directos por la permanencia.
Sigo lamentando las ausencias de los que se fueron y preguntando por el rendimiento de los que vinieron. Nos habremos equivocado en los refuerzos, porque los que están rindiendo siguen siendo los que vienen de la ¨C¨. Creo en el técnico y en su proyecto, a pesar de haber acercado al club viejos conocidos, que los tuviera en otras instituciones, en otros tiempos y que hasta ahora no están rindiendo como se esperaba.
Se que si juegas bien vas a ganar más de lo que vas a perder, pero a juzgar por estas cinco fechas, con tres puntos y tres goles a favor, perdiendo lo que mereces empatar y empatando lo que debes ganar, deseo jugar mal, en una categoría donde se juega mal, para poder verle la cara a Dios más seguido.
Esto recién empieza, espero que sepamos sonarnos bien la nariz para que estas tres secreciones no se vuelvan a repetir.

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