jueves, 19 de mayo de 2011

EL EX JUGADOR DEL PUEBLO


En las últimas horas una movida periodística provocó revuelo en el ámbito de la selección mayor de fútbol, a raíz de un hecho anecdótico protagonizado por el jugador Carlos Tévez, en oportunidad de convertir un gol jugando para el City de Inglaterra. El ¨apache¨ sacó una canillera con los colores argentinos que beso ante las cámaras, en un abierto mensaje al técnico Batista en alusión a su negativa de citarlo como jugador del plantel con vistas a la Copa América, tal vez como represalia al faltazo del hombre del Manchester en el amistoso contra Brasil jugado hace varios meses. El astro argentino pide a gritos la selección, con el argumento de lo mucho que le ha dado a la albiceleste y pasando factura de un oportuno apoyo a la nueva conducción técnica (aguante que se le dice), durante el enfrentamiento en la cancha de River frente a España.
Sinceramente el aporte de Tévez a la selección ha sido muy pobre. Ha jugado dos mundiales y las últimas eliminatorias, de las que casi no convirtió goles, fue expulsado dos veces y erró un penal en Ecuador. En las convocatorias mundialistas se rescatan dos goles a México, uno dudoso y un zapatazo de otro partido. Todo el resto de sus participaciones han sido intrascendentes, ocupando un puesto controvertido, quitándoles protagonismo y chances a otros jugadores que no han tenido la misma suerte que él.
Con su rótulo de JUGADOR DEL PUEBLO, nos sedujo con velocidad, individualismo, choque, excesiva violencia y anarquía en el juego ofensivo, no aportando claridad y definición. Su entrega reemplazaba todo lo demás y es sabido que al pueblo le suele gustar la batalla antes que el análisis. Su temperamental estilo se impuso en las decisiones técnicas, relegando a otros que pudieron brindar mayor efectividad a la hora de los bifes. Su condición de ex villero, su sonrisa abierta, sencilla y humilde, su frescura a la hora de declarar, formaron un combo que no tuvo detractores, ni rivales.
Ahora todo ha cambiado, el técnico, la tolerancia y la disciplina. Lo que era ya no es y el JUGADOR DEL PUEBLO dejó de serlo para el nuevo cuerpo técnico de la selección. Es el Checho Batista y sus hombres quienes de ahora en más han de buscar variantes, nuevos nombres, nuevos aliados y referentes, pero fundamentalmente la imperiosa necesidad de dejar de lado el melodrama maradoniano, con sus ídolos populares, más propio de las figuritas PANINI que de la efectiva demostración de talento y efectividad en función del equipo, de un equipo Nacional que ya no necesita de los servicios de Carlos Tévez.

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