sábado, 28 de mayo de 2011
LOS RIESGOS DE UNA LIMPIEZA PROFUNDA
Cuando era pibe mi vieja solía llevarme a la iglesia para participar de la misa, previa confesión con el sacerdote del barrio, aquel con el que tomé la primera comunión. A él le contaba todos mis pequeños pecados juveniles y con su autoridad divina me daba a rezar un par de Padre Nuestros y algunas Ave María. Sin importar el tenor del pecado cometido y no habiendo arrepentimiento al respecto, salía de la capilla con la tranquilidad de haber limpiado mis faltas y habiendo consumido la consabida hostia, que dicho sea de paso, estaba riquísima.
La purga de las faltas cometidas es una de las maniobras que el fútbol posee para que un jugador se limpie de tarjetas, fundamentalmente para eventos más importantes que ocurrirán en semanas posteriores al hecho en sí. Una estrategia astuta, pero a la vez peligrosa, esto según lo que se esté jugando, el puesto del hombre en cuestión y el momento del partido que se decide cometer el pecado a perdonar.
Barracas Central se está jugando cosas trascendentes en su paso por la primera B metropolitana y es ni mas ni menos una ubicación en el reducido, en el que debe conservar la localía en su lucha contra Brown de Adrogue, para no definir la primera fase del octogonal en el sur del GBA.
Para ello teníamos que enfrentar a Sarmiento de Junín en nuestra cancha a falta de dos fechas para culminar el torneo. Un rival accesible que marcha penúltimo y hace más de 15 fechas que no gana de visitante. Pero todos sabemos por lo visto en esta temporada, que los rivales pequeños y accesible, de la mitad de la tabla para abajo, son los que más puntos nos han sacado.
Para este pleito Barracas debe dejar afuera a González y Fariña con cinco amarillas, y Matos lesionado. A su vez están en capilla algunos hombres con cuatro tarjetas y en el caso de Peralta, tres, con el riesgo de recibir una cuarta y quedar condenado frente Flandria a una quinta que lo dejaría afuera por dos partidos por reincidencia.
Era sabido que había que limpiar acrílicos amarillos para llegar en buena forma al reducido. Y lo que se suponía que iba a pasar sucedió. Orfila y Maraschi afuera para el viernes. Peralta, amonestado en la tarde de hoy frente a Sarmiento, se hizo posteriormente expulsar para cumplir frente a Flandria y así llegar al reducido con tres tarjetas amarillas y fue su ausencia del encuentro en los últimos minutos, lo que provocó el gol de la visita en el descuento y de cabeza, propinándonos de esta forma la séptima derrota en la temporada.
Esta movida de trebejos, a favor de beneficiar una transición tranquila, lo único que ha hecho es poner en riesgo posiciones vitales a cuenta de un reducido, que no es otra cosa que la rúbrica de un año maravilloso que hemos vivido.
Además hubo un partido, un encuentro que jugamos mal frente a un limitado rival que nos madrugó a los 3 de la primera parte a favor de errores de marca y posicionales. Todo nos resultó cuesta arriba, no tuvimos fútbol hasta que entró el paraguayo y aún así le generamos muy poco a una defensa cerrada, expeditiva y algo errática. Maraschi jugo a lo Maraschi ochenta de los noventa minutos, pero tuvo diez que facturó y fue vital en ofensiva, pero no alcanzó. Grecco desaparecido ante la marca y poco productivo con la pelota. El chano lo mejor y Elías oportuno en las pocas que nos llegaron y desguarecido en los goles. Todo lo demás para olvidar, algunos jugadores bien y otros no tanto. Ingresaron a la cancha muchos hombres que habitualmente son suplente y no aportaron demasiado a la causa.
Todo lo de esta tarde es anecdótico, se perdió y no es muy común; se definió un cotejo sobre la hora en nuestro perjuicio y eso sí es común, esa película la he visto. Cabe algunas preguntas que se lanzan al aire sobre el porqué de Rubira de entrada y el paraguayo en el banco, o Fernandez marcando punta derecha, cuando lo estaba haciendo bien por izquierda, exponiendo de esta forma a un Barracas vulnerable. Porque sabiendo las intenciones de Peralta, Kopriva no guardo un cambio para cerrar el partido (Anaud por ejemplo)y así reforzar la defensa. Porque Campos y no Ciavarelli. En fin, son interrogantes de una tarde para olvidar.
Queda Flandria que puja para zafar de la promo y el primer cotejo del reducido, vaya a saber donde y cuando. Pero este Barracas es el Barracas de los milagros y los milagros los hace Dios, quien además perdona pecados, como también los perdona el tribunal de disciplina de la AFA cuando se cumple con la penitencia, una limpieza profunda de tarjetas que a veces pone en riesgo el trabajo de todo un año.
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