Es un grito, una proclama, una oración, pero también fue un sueño, un reclamo, una esperanza y una vocación. Fui protagonista de este emprendimiento allá por mediados de los 80 junto a un grupo de muchachos, algunos hinchas de Barracas Central y otros que no lo eran, pero tenían inspiración periodística y un enorme potencial. Trabajamos en equipo y a pesar de los escasos medios con los que contábamos, logramos sacar a la calle un producto que nos enorgullecía y nos unía.
Fue una revista, un pasquín, un impreso, un folleto abrochado con su tapa de cartulina naranja foto duplicada y manchada de tan solo tocarla con los dedos. Algunas hojas de información barraqueña, comentarios subjetivos y agresivos, varios avisos benefactores y sus fotos de poca definición, pero de relevancia institucional y deportiva.
Muchos la recuerdan y más de uno guardan con cariño algunos de sus números. Continuación de la precursora ¨A la Carga Barracas¨que apareciera allá por 1974, la revista ¨Adelante Barracas¨ procuraba informar a los socios y simpatizantes de nuestro club sobre las actividades sociales, deportivas y barriales de la ahora institución ¨camionera¨.
Quiero recordar ese momento que me vio como personaje, junto a Calvi, Delfino, Charly Fernández, Palmera, Ignacio, entre otros colaboradores. Fue nuestra publicación, luego vendrían otros medios de divulgación. Fuimos un puente, un enlace entre el club y el barrio; tuvimos espíritu crítico en una época de vacas flacas, en donde la computadora era un lujo y todo se hacía a pulmón. Noches interminables y desvelos; el frío de una cabina con vidrios rotos, el mango que había que juntar para la imprenta o para un rollo de fotos, la máquina de escribir que no funcionaba y los errores ortográficos, aparecieron como piedras en el camino de un grupo de jóvenes que la supieron sortear, por el simple hecho de amar a un club de fútbol.
¨Adelante Barracas¨ fue nuestro lugar de encuentro, una excusa para jactarnos de periodistas y para sustentar una pasión que al día de hoy no ha muerto.
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