domingo, 6 de junio de 2010

CUANTO DURA UNA ALEGRIA...?



Cuanto dura una alegría, un festejo por el logro, el ascenso o el triunfo deportivo. Por cuanto tiempo se proyecta el regocijo del resultado y el provecho recogido luego del esfuerzo empeñado. Cuando se bajarán las banderas de la gloria y acallarán los gritos y los cantos de felicidad. En que momento se cerrarán nuestras sonrisas para volver a la normalidad. Yo me pregunto si una conquista excede los plazos establecidos y se puede llegar a festejar más allá del premio alcanzado.
Si la Argentina sale campeona del mundo, cuatro años serán suficientes para el festejo o la alegría durará dos o tres semanas, para luego volver a la rutina del sinsabor resultadista.
Yo me pregunto en el caso de Barracas Central y su ascenso a la ¨B¨, si tres meses hasta un nuevo torneo con un mundial de por medio, podrán apagar el fuego de un regocijo y esa expectativa logrará trascender los avatares de una nueva categoría.
Las fiestas se prolongan y anclan en nuestras mentes como un hecho grato habitando entre las marañas de atribuladas vidas.
Particularmente ya no salgo con la bandera de mi equipo por la calle, ni canto arengas tribuneras mientras me baño. Puntualmente no observo el gol de Salom a cada momento en mi PC, ni muero por una noticia sobre incorporaciones o novedades barraqueñas.
La alegría es interna y se mezcla con las cosas de la vida, de la familia y del laburo. Es un beso en el alma, un mimo sin tiempo, que se atenuará con los años, pero que no desaparecerá. Las exteriorizaciones por un logro deportivo duran días, pero la dicha es inmortal.
Ah…!! Me olvidaba, a buena hora Chiqui por el justo homenaje a tu gestión.

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