miércoles, 14 de julio de 2010
DESTINO COPA AMERICA
En el 2011 se jugará en la Argentina la Copa América, una suerte de revancha de la frustrante participación en Sudáfrica 2010 por parte de nuestra selección de fútbol. El evento se organizará a días de las elecciones presidenciales y es un hecho la utilización política de este acontecimiento deportivo, pues de su resultado dependerán los efectos posteriores en el acto eleccionario y en el triunfo de determinados candidatos.
Es por eso que el foco de atención recae en la continuidad de Maradona como técnico de la nacional y la prolongación de su particular conducción populachera, dramática, grandilocuente y controvertida; un estilo primitivo impuesto desde el excesivo protagonismo, la revancha y el resentimiento, que sigue movilizando pasiones y nucleando multitudes.
Lo que nos ha enseñado el mundial es que con grandes jugadores no se construyen grandes equipos, que se puede defender con la tenencia del balón sin necesidad de tener un doble cinco que raspe y no genere fútbol ni convierta goles. Sudáfrica me enseño que no tiene sentido hacer viajar cada dos meses a una veintena de jugadores estrellas desde exterior 11000 km para entrenarlos dos días antes de un encuentro de eliminatorias, con compañeros que no se conocen, para luego cargarlos en un avión rumbo a la altura de La Paz en la misma semana, bajarlos a Buenos Aires luego del partido para devolverlos a Europa, 11000 Km de vuelta. Hace 20 años que hacemos esto y en todo ese tiempo no le hemos visto la cara a Dios.
Aprendamos a respetar un proyecto que se base en un equipo local triunfador y basados en su estilo de juego construyamos un conjunto de hombres y variantes a partir de lo que nos ofrece el medio local. Aumentemos la periodicidad de trabajo del técnico, junto a un cuerpo de colaboradores de elite y usemos a los extranjeros solamente para llenar los espacios que no se encuentran aquí. Basta de viajes al viejo continente para hablar con los jugadores; necesitamos una AFA seria, con dirigentes responsables y con un plan inclusivo a nivel nacional. Se debe acabar con los ídolos populares de cartón y con los personajes de figuritas Panini o Tiki Tiki. Decidamos que queremos ser, un país proveedor de jugadores o hacedor de equipos.
Con trabajo, perfil bajo, humildad, perseverancia, disciplina, desinterés y desprendimiento del hecho comercial y materialista que se cierne en torno al planeta fútbol, lograremos en el 2011 hacer la América.
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