Carlos Salom ha sido el goleador de la ¨C¨, jugador importante en el andamiaje ofensivo del Barracas Central campeón. Desde luego que ante tal performance, al de San Antonio Oeste le iban a llover propuestas de otros clubes, incluso se reavivaría su deseo de emigrar a otras categorías del fútbol.
Tengo entendido que los dirigentes hicieron todo lo posible para retenerlo, pero las exigencias de su representante hicieron inviable la permanencia del goleador en el equipo camionero.
Su prueba el All Boys y la posibilidad de jugar en el exterior han alejado aún más las esperanzas de contar con este importante valor.
Periodísticamente se ha perdido el rastro de Salom, a tal punto que en T y C se preguntaban sobre su paradero. Escuche versiones sobre su deseo de no jugar en ningún club de la categoría ¨B¨ metropolitana que no sea Barracas.
Lo cierto es que el equipo lo extraña y lo necesita y si bien las incorporaciones en ofensiva son importantes, Carlitos encajaba perfectamente en el sistema del técnico y se hubiese adaptado perfectamente a sus nuevos compañeros.
La diferencia económica es importante, pero el barraqueño conserva la ilusión de contar en el futuro con su presencia repatriada. Los dirigentes han hecho todo lo posible, solo resta llamar a la consideración de aquel que representa sus intereses para que interprete que es difícil que el jugador encuentre un club como Barracas, que la plata no es todo, que la ¨B¨ le dará una mejor vidriera para valorizarse y que cuenta con el cariño y el agradecimiento de la gente y eso no tiene un valor material.
Donde estará Carlitos, espero que cerca de Olavarría y Luna.
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