martes, 25 de mayo de 2010

RELATOR NUESTRO QUE ESTAS EN LOS MEDIOS


Quienes peinamos canas y amamos al fútbol no podemos sustraernos del mensaje y los estilos que los narradores nos regalaron por años a todos los futboleros. Ya sea en la radio como en la TV, el relato y los comentarios del fútbol han construidos personajes notables; desde la gloria de un Fioravanti o Bernardino Veiga, pasando por la solvencia de Victor Hugo o la marcialidad de José María Muñoz, hasta llegar a tipos como Vignolo, o Walter Nelson.
En el mundo de los cronistas existe un cielo y un infierno, eternos aficionados, muñecos desinformados, estilos indefinidos y desagradables para el oído y el buen gusto.
Desde luego que en cuestión deleites no hay nada escrito, pero en mi humilde opinión como consumidor de informadores o comunicadores, debo señalar aquellos que me causaron o provocaron fastidio, rechazo, vergüenza ajena o tedio al escucharlos o verlos; los que no me transmitieron absolutamente nada, solo palabras molestas, huecas, hastías o inoportunas. En este caso vale un relevamiento tanto de mi cielo y como de mi infierno.
Señalo a los grandes maestros que tuve la oportunidad de escuchar; el trabajo de Bidaña (vocación), Juan Carlos Morales (sobriedad) y Miguel Angel De Renzis (pasión) en el ascenso. Amo a tipos como Victor Hugo (veo el partido por radio), Vignolo (talento), Walter Nelson (estilo), Muñoz (facho, pero informador y amante de los deportes amateur), Fabbri (memoria), Paenza (conocimiento), Chavo Fucks (potrero), Varsky (chabón informado), Bonadeo (autoridad) , Miguel Simon (el detalle), Walter Saavedra (un cacho de cultura), García Blanco (la tribuna), Caciolli (el ascenso), Sabatarelli (el comentario), Girald (la voz), Huffner (un tapado) , Costa Fevre (Lito es un fenómeno), Pasini (seriedad), Caimi (el último bastión de la vieja oral) … y a los Pagano..!!!!
Apunto aquí al periodismo de tinieblas que sufrí y que cuenta con cultores que me desagradaron desde muy joven. Odio los relatos agresivos de Closs o Anello, tipos que mandan al frente a sus compañeros al aire; además he descartado por años la tarea de Jorge Bulrich (sobreactuado), Juilio Ricardo (antiguo), Macaya (obvio y tedioso), Niembro (lobista), Araujo (soberbio y zarpado), Pons (payaso), Mauro Viale (autoritario), Gentili (llorón y alarmista), Baretto (Chichonero), Sacco (mercantilista), Don Felix del Alcazar (subjetivo), Palacios (chanta), Passman (conventillero), Fantino (charlatán con glamour), Arcuchi (yupi sin tribuna), Pagani (cabrón sin fundamento), Guerra (rapiña), muchos de los ilustres desconocidos de Fútbol para Todos (desinformados), Lieberman (típico garca), Arcapalo (denso), Fernando Carlos (edulcorado), Queijeiro (patético) y Pavlosky (engrupido), entre otros. Si hasta prefiero a los ex jugadores de columnistas, por lo menos ellos saben de que hablan y conocen el paño.
Desde luego que estas listas resultan cortas; mi memoria y el espacio que dispongo me limitan, pero creo que he sido lo suficientemente descriptivo. El fútbol es un deporte maravilloso cuando es narrado por un excelente periodista, pero puede ser una verdadera pesadilla en caso de ser practicado por uno de estos fundamentalistas del micrófono, que hacen doler mis oídos.

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